Imprimir tu logo sin sorpresas
Tercer y último mini tutorial para comenzar tu proyecto empresarial con un logo gratis.
Si has seguido todo el proceso durante los dos anteriores artículos (elección de tipografía y color) en estos momentos tendrás un archivo de texto de editable, pero ¿puedes enviarlo directamente a imprenta sin correr el riesgo de llevarte una sorpresa desagradable? La respuesta es no.
Da igual si has usado Illustrator, Photoshop o Word, antes de enviar tu logo a imprenta es imprescindible prepararlo como te explico a continuación.
El problema de las fuentes
Para componer el texto de tu logo la imprenta, al igual que tú, necesita tener la fuente que has empleado instalada en su sistema. Si no es así el programa la sustituirá automáticamente por otra disponible. Es decir, tu logo aparecerá con una tipografía, tamaño o grosor distinto.
Para salvar el problema tienes tres opciones:
- Adjuntar el archivo tipográfico (normalmente con las extensiones .ttf y .otf) y pedir a la imprenta que lo instale para evitar la sustitución. En este caso dependes de la buena voluntad del impresor. ¿Te imaginas que todos sus clientes hicieran lo mismo? Un caos ¿verdad?. No te sorprendas si te pone pegas.
- Incrustar la fuente. Algunos programas como Word ofrecen la posibilidad de incluir la fuente dentro del archivo evitando tener que adjuntarla.
- Trazar el texto. Esta es la mejor opción con diferencia. Consiste en convertir la fuente en formas (vectores). De esta manera el texto «se independiza de la fuente». ¡Ojo! Como consecuencia dejará de ser editable por lo que te aconsejo que guardes una copia antes de trazar.
Trazando las fuentes
Si has trabajado en Illustrator o Photoshop el proceso de trazado es súper simple.
PHOTOSHOP
Accede al menú Capa > Texto > Convertir en forma y guarda el archivo resultante como eps o pdf. Observarás que la capa pasa de ser un archivo de texto (representado por la letra T) a una forma no editable.
ILLUSTRATOR
Accede al menú Texto > Crear contornos y nuevamente guarda como eps o pdf.
WORD
Aquí la cosa se complica ya que Word carece de la opción de trazar textos por lo que tendremos que recurrir a alternativas.
Existen multitud de conversores online pero los resultados son, cuanto menos, poco fiables. Aquí te dejo una solución de emergencia.
Desde Word, guarda tu documento como pdf. Con ésto solo conseguiremos cambiar el formato de archivo pero aún seguirá siendo texto editable y por lo tanto continuará dependiendo de la fuente para visualizarse correctamente. Para desvincular la fuente tendremos que convertir el archivo en imagen.
Para ello recurriremos a un conversor online llamado Convertio que puedes encontrar aquí.
- Accede a Seleccionar archivos y navega por tus carpetas hasta encontrar el pdf recién creado.
- En Convertir a selecciona Imagen > JPEG y descarga el jpg resultante.
- Repite el proceso anterior eligiendo esta vez el jpg en nuestro ordenador que convertirás a Vector > EPS.
El archivo generado ya es vectorial y podrás enviarlo a imprenta sin temor a que su forma se desvirtúe. Sin embargo, si partías de un texto en color habrás observado que se ha convertido en negro.
Lo que en principio pudiera parecer un problema no lo es tanto. Te explico por qué.
Imprimir el color sin sorpresas
Los colores que ves en pantalla no se parecen en nada a los colores que permite la impresión. De hecho muchos tonos se apagan y algunos son imposibles de reproducir. Es decir, sea cual sea el programa empleado para diseñar tu logo no debes fiarte de lo que ves en tu monitor. Si lo envías tal cual corres el riesgo de recibir tu material impreso con un color totalmente distinto al que elegiste.
Lo más aconsejable, tratándose de un tema tan delicado como el color de tu logo, es ir a la imprenta y elegirlo en un muestrario Pantone.
Terminamos aquí con el tercer tutorial en el que te he enseñado como comenzar con tu negocio creando tu propio logo DIY a presupuesto cero.
Y aquí quiero recalcar la palabra comenzar. Seamos realistas… si has seguido esta serie de post es porque estás comenzando un proyecto con bajo o nulo presupuesto. No soy partidaria de esperar a las circunstancias ideales para empezar: un buen presupuesto, un equipo de trabajo, etc. Comienza y punto. Lo mejor que puedas con lo que tienes. Aprovecha la inercia y despega.
Ahora bien, tener una marca bien construida, profesional, diferenciada y coherente, que conecta emocionalmente con tu cliente supone un antes y un después en tu posicionamiento empresarial, lo que se traduce en ventas. Por eso, si yo estuviera comenzando con mi negocio (y no me dedicara a branding, obviamente) lo primero en lo que invertiría tras comprar un dominio y un hosting sería en mi marca. Sin duda.
RESUMEN
En este artículo has aprendido:
- Por qué no es buena idea enviar tu logo a imprenta sin preparar el archivo antes.
- Qué es trazar un texto y para qué sirve.
- Cómo trazar textos desde Photoshop, Illustrator y Word.
- Cómo asegurarnos de que el color de tu logo se reproduce correctamente.
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