¿Qué es un moodboard?
Da igual si te dedicas al mundo del diseño o no. Los moodboards (tableros de inspiración) se llevan a todo el mundo de calle. La mezcla de imágenes, colores y formas conectan emocionalmente con nuestra mente y nos producen una extraña adicción.
En el proceso de branding un moodboard es una aproximación visual a tu marca antes de comenzar a diseñar.
La creación del moodboard siempre es un momento emocionante porque es ahí cuando por primera vez lo que antes era un proyecto en tu cabeza toma vida y se convierte en algo tangible que poder observar y compartir.
¿Para qué sirve?
Un moodboard permite experimentar jugando con los elementos, añadiendo modificando o eliminado aquellos que consideres hasta que todas las partes encajen para contar el storytelling o historia visual de tu marca de manera coherente.
¿Por qué son necesarias las imágenes si podemos definirlo con palabras?
A veces las palabras no son suficientes para definir una emoción. Términos como “elegante”, “juvenil” o “moderno” pueden tener más de un significado visual. Los moodboards permiten mostrar de forma clara el concepto gráfico que el diseñador está desarrollando para la marca corrigiéndolo, si es necesario, antes de comenzar el diseño en sí.
Echa un vistazo al siguiente tablero que creé para una marca de prendas de lana virgen estilo nórdico. Luego intenta describir con palabras todas las sensaciones y matices que te sugiere. Estarás de acuerdo conmigo que es mucho más sencillo y directo cuando intervienen las imágenes ¿no crees?.
Un moodboard te permite:
- Retratar de forma más precisa el look & feel de tu marca usando imágenes en lugar de palabras.
- Evitar malentendidos ya que tanto el diseñador como el cliente tienen claro el punto de partida antes de comenzar el proceso de branding.
- Ahorrar tiempo y dinero evitando correcciones innecesarias en el diseño de tu logo al haber definido previamente el estilo gráfico de la marca.
Tipos de moodboards
MOODBOARDS FÍSICOS
Compuestos por un tablero o cartulina donde se fijan imágenes impresas, trocitos de papel, tela y materiales diversos. La imaginación no tiene límites. En alguno de mis moodboards físicos incluso incorporo olores.
Aquí te dejo un par de ejemplos realizados por Gudy Herder. Si no la conoces ya estás tardando en visitar su página, Eclectic Trends. Aparte de embobarte viendo sus trabajos podrás aprender como crear moodboards increíbles en sus workshops o en su curso online.
MOODBOARDS DIGITALES
Aunque sin el carácter sensitivo que logran transmitir los tableros físicos, el software de diseño como Photoshop e Illustrator, nos permite crear su variante digital que tiene la ventaja de ser fácil de imprimir y compartir con el cliente mediante mail.
¿Cómo se crea un moodboard?
Imagina que quieres ir de un punto A aun punto B. Hay una serie de consideraciones previas que inconscientemente analizarás para determinar la manera de llegar a tu objetivo. Por ejemplo valorarás la distancia y el tipo de terreno. ¿Tendrás que desplazarte 200 metros, 20 km o 2000 km? ¿El terreno es montañoso o transitarás por asfalto? En función de esto elegirás el medio de transporte (a pie, en coche, avión…), el tipo de equipamiento, etc. ¿Qué ocurre si no tienes absolutamente ninguna información de dónde se sitúa tu destino? No tienes herramientas que te permitan decidir coherentemente y probablemente no llegarás o lo harás tarde y mal.
Con el diseño de tu marca ocurre lo mismo.
Si no sabes a quién te diriges no puedes elegir la manera de comunicarte. Necesitas sabes quién es tu cliente, sus gustos, sus necesidades o aspiraciones. Por eso antes de comenzar a crear tu moodboard necesitas recopilar la mayor cantidad de información posible mediante un brief o cuestionario.
Entonces y solo entonces será la hora de seleccionar las imágenes y materiales que permiten definir a la perfección el universo visual que enamore a tu cliente.
¿Quién realiza el moodboard?
Cada vez veo más diseñadores que “encargan” a sus clientes la creación del moodboard, pidiéndoles que abran una cuenta en Pinterest y seleccionen ellos mismos la línea gráfica, colores y tipografías que más les gusten. En este método de trabajo hay dos errores de base que pueden llevarte al fracaso.
El primer error se refiere a la relación diseñador-cliente. Cuando contratas a un experto en branding compras el tiempo de un profesional que sabe:
- formular las preguntas adecuadas para definir tu marca y tus clientes.
- interpretar las respuestas para detallar de forma coherente la estrategia visual de tu marca.
- elegir los colores, formas e imágenes que crearán su universo visual.
- trasladar todo lo anterior en un diseño de marca profesional y coherente que conecte con tu público y venda tu producto o servicio.
Muchos clientes obvian los tres primeros puntos y se centran en el tercero de manera que lo que en realidad piensan es “contrato un diseñador para que me haga un logo que me guste porque yo no sé usar los programas adecuados”. Si hay algún responsable de esta confusión de papeles es el diseñador porque no ha sabido explicar a su cliente desde el principio cómo realiza su trabajo.
El segundo error es poner el foco en ti y no en tu cliente. Recuerda que es el cliente final el que toma la decisión de compra y, por lo tanto, el que tiene que sentirse llamado por tu producto o servicio. Cierto es que en muchas ocasiones ambos perfiles coinciden. Normalmente abrimos negocios con los que nos sentimos identificados. Por ejemplo detrás de una tienda Harley Davidson seguramente habrá un enamorado de las motos, pero no siempre es así.
Y tú ¿qué buscas cuando contratas a un experto en branding?
RESUMEN
En este artículo has aprendido:
- Qué es un moodboard y para qué sirve.
- Por qué las palabras no son suficiente cuando se trata de definir tu marca.
- Los tipos de moodboards que existen.
- Cómo se crea un moodboard.
- Por qué no es buena idea que el cliente se encargue de crear el moodboard.
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